Siglufjórdur

Si hablamos de pueblos con un encanto especial, Siglufjórdur es, tal vez, uno de los más claros ejemplos de entre todas las localidades situadas en el norte de Islandia.

Sigló, nombre con el que conocen los locales a Siglufjórdur, es un pequeño pueblo pesquero situado en una recogida bahía en la Península de Tröllskagi. Destaca por sus casas recubiertas de hojalata y pintadas de llamativos colores, que suponen un aliciente arquitectónico muy atrayente para cualquiera que visite la localidad, y por los fiordos que la rodean, destacando a Siglufjórdur como un enclave paisajístico de innegable atractivo.

Con una población inferior a los 2000 habitantes, su atractivo reside en el hecho de que en Siglufjórdur el paso del tiempo parece haberse detenido en algún momento.

Una de las características más destacables de Siglufjórdur es la forma en la que la localidad ha sabido conjugar dos cualidades que en ocasiones son contrapuestas, pero que aquí se manifiestan como dos extremos complementarios: el encanto y la tranquilidad de un población recóndita, ajena a los grandes bullicios, y la cualidad de ser una ciudad lo suficientemente dotada de servicios como para que la vida de sus habitantes sea plenamente confortable.

Qué ver en Siglufjórdur

Museo de la Era del Arenque

Con una historia tan enraizada en la industria pesquera y, sobre todo, en la del arenque, no podía faltar un lugar que homenajeara, de algún modo, aquellos años de floreciente riqueza que cambió la vida de los habitantes de Siglufjórdur.

El museo del arenque recrea la época comprendida entre 1903 y 1968, en los cuales Siglufjórdur vivió su mayor prosperidad económica de la historia. Está situado en una antigua planta arenquera y, en él, podemos conocer cómo era el trabajo y la vida de los habitantes de Siglufjórdur durante esos años de desarrollo comercial y económico.

Centro de música tradicional.

Con la entrada al Museo del Arenque podemos visitar el Centro de Música Tradicional, una exposición de instrumentos del siglo XIX y grabaciones de canciones tradicionales.

El Centro de Música Tradicional de Siglufjórdur es un claro ejemplo de la importancia que tiene la música (y la cultura, en general) para el pueblo de Islandia.

El arenque, causa de su auge económico y de su posterior declive

A principios de la década de los años 40, Siglufjórdur vio florecer la industria del arenque, que poco a poco se había ido asentando en la zona desde los primeros años del siglo XX, lo que supuso una importante inyección económica en la zona.

Rápidamente, surgieron numerosas fábricas de procesamiento del arenque y el pequeño puerto de Siglufjórdur vivió una vorágine de barcos atracados a la espera de descargar sus bodegas llenas de arenque.

La industria llegó a dar trabajo a más de 10000 personas, y en ella se implicaban tanto hombres como mujeres: ellos haciéndose a la mar en busca del pescado, y ellas limpiando y salando el arenque en los muelles.

La fiebre del arenque y su industria boyante continuaron hasta que, a finales de la década de los años 60, una progresiva retirada del arenque de las aguas norteñas de Islandia inició el declive económico de la actividad.

Actualmente, Siglufjórdur sigue manteniendo una parte de su actividad pesquera, aunque vive más centrado en las posibilidades que su entorno natural ofrece para el turismo. No en vano, es uno de los destinos ineludibles cuando visitamos esta parte del norte de Islandia.

La fiesta más importante de Siglufjórdur es el Festival del Arenque. Se celebra el primer fin de semana de agosto y recrea la época dorada que vivió la población cuando el arenque estaba en su momento más álgido. Durante las fiestas se alternan eventos de música, baile y degustaciones de pescado.

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